"Tomar un poco de alcohol antes de ir a dormir puede ayudar a dormir mejor", es una creencia popular que no tiene sustento científico, en realidad algunos estudios demuestran lo contrario, asociando la ingesta de bebidas alcohólicas antes de dormir con insomnio. El instituto de investigación "MRI Global" señalaron que las personas que toman una copa antes de acostarse, suelen ser quienes ya tenían problemas para conciliar el sueño, y la ingesta de estas bebidas, aunque parezca que ayuda, en realidad afecta la calidad de sueño en general.
El instituto explica que, lo que ocurre si se bebe mucho antes de ir a dormir es que podríamos dormir un poco más profundamente, algo conocido como "efecto sedante", pero a medida que avanza la noche, el sueño se vuelve más interrumpido, volviéndose más fragmentado y menos estable; beber alcohol está relacionado con un mayor riesgo de apnea del sueño, sin embargo quienes aumentan su consumo para dormir mejor, al final pueden terminar en un círculo vicioso, ya que al ingerir se afecta su sueño y al no saber el origen del problema, vuelven a beber para dormir, no dando un fin a este problema cíclico.
Los investigadores concluyeron que el alcohol empeora la calidad y la cantidad del sueño y tiene el potencial de causar un trastorno de este de por vida si se desarrolla una adicción, por lo que una alternativa a esta bebida podría ser un poco de leche tibia o una infusión de hierbas caliente, las cuales pueden ayudar a relajarnos, permitiéndonos conciliar mejor el sueño.