En los días previos a las celebraciones de fin de año, la venta de pirotecnia en Salamanca ha experimentado un incremento, alcanzando un aumento del 80% en comparación con años anteriores. Este auge coincide con el inicio de las posadas, donde la demanda se ha visto impulsada principalmente por personas provenientes de otras localidades.
Joel Guerra, comerciante de pirotecnia en la zona, ha notado un flujo constante de clientes foráneos, especialmente aquellos que transitan por las carreteras cercanas. Según Guerra, se ha observado un mayor consumo en los tianguis de pirotecnia situados en la ruta Salamanca-Celaya, con los productos más solicitados siendo las "cebollitas" y las baterías grandes.
El comerciante hizo hincapié en la responsabilidad que conlleva el uso de estos materiales explosivos, afirmando que su manejo inadecuado puede representar un peligro significativo, pues la pirotecnia es responsabilidad de quien la compra y la usa, por lo que señaló la necesidad de manejar estos productos de manera adecuada para evitar incidentes.
Los comerciantes cuentan con todos los permisos necesarios, incluyendo autorizaciones estatales, municipales y de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), garantizando así la legalidad y seguridad de sus operaciones.
En Salamanca, existen tres tianguis principales de pirotecnia: dos de ellos se encuentran a lo largo de la carretera Salamanca-Celaya, uno cerca de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) y otro frente ala Plaza Vía Alta; el tercero está ubicado en la ruta Salamanca-La Ordeña. Estos tianguis albergan 15, 10 y 8 puestos respectivamente, proporcionando una amplia gama de productos pirotécnicos para los consumidores.