El parque ladrillero de Salamanca, único a nivel nacional, podría convertirse en un centro escuela para el resto del país, pues se trata de un proyecto que viene a resolver una importante problemática ambiental y que actualmente se encuentra en una etapa de transición, y se tiene proyectado que antes de que finalice este mes realizar mas pruebas de combustión y operación de los hornos, para que los ladrilleros puedan ir a conocerlos, recibir capacitación, así como conocer los diversos materiales que se deben de tener y los servicios con los que se tienen que contar.
Los hornos cuentan con condiciones que generan ambientes totalmente distintos a los que los ladrilleros manejan; pues pueden quemar hasta cinco mil ladrillos y reducen hasta en un 70 % la emisión de contaminantes a la atmósfera.
A través de este proyecto se busca sacar hornos de la zona urbana, regular materias primas, sus emisiones de combustión.
Algunos productores del sector ladrillero, reconocieron que el número de productores ha disminuido en la última década, ya que aunado a la baja demanda en los últimos años, y la contingencia sanitaria provocada por la pandemia, redujo la producción de tabique hasta en un 60%, por lo que no todos ellos están interesados en participar en este proyecto debido a la inestabilidad económica y productiva que atraviesa el sector.