El aroma y el sabor, lo pone el café, el ambiente y el toque especial, lo pone la guitarra y la cordialidad de Samantha y Miguel, dos jóvenes que han adecuado un espacio con la esencia de los "Cafés Cantantes" que florecieron a mediados del Siglo XIX en las principales ciudades de Andalucía, España.
Por la mañana o por la tarde se puede encontrar el momento idóneo para degustar de un buen y aromático café, pero si además el espacio es propicio para escuchar, para cantar o para interpretar una pieza musical, entonces se abre la puerta para que los sentidos queden atrapados por el ambiente de un café cantante.
Una taza de café y una melodía son la combinación perfecta para relajarse, para disfrutar de la tranquilidad y para conocer nuevas personas.
Samantha es estudiante de universidad y Miguel es egresado en informática administrativa, a estos hermanos, además de unirlos el lazo de la sangre, los une la pasión por el café y el gusto por la música.