La activación del semáforo epidemiológico en color amarillo para Guanajuato permitió el regreso a las actividades de bares y cantinas al 50%. Las cantinas son establecimientos donde se sirven bebidas alcohólicas en su mayoría y están dirigidos a un público popular. También representan un punto de encuentro entre amigos, refugio de penas y espacio para estar tranquilo.
Tras casi 7 meses de haber cerrado por la pandemia del coronavirus, a partir del lunes 5 de octubre regresaron a trabajar y lo hicieron frente a la incertidumbre que genera el riesgo sanitario de contagio y la difícil situación de seguridad que enfrenta Salamanca.
"No había apoyo de nada ese es el problema, empezábamos como que si queríamos abrir y luego pasó lo de Jaral... nos afecta pero qué podemos hacer, necesitamos trabajar" Ramón, empleado de cantina
En Salamanca de los 50 bares, centros nocturnos y cantinas registradas y con permiso para operar, al menos 10 no regresarán a sus actividades debido a las pérdidas catastróficas que generó la pandemia y la inseguridad. Los que sí regresaron deben contar con medidas sanitarias como gel antibacterial, tapetes sanitizadores, desinfección de espacios comunes y no permitir el aforo superior al 50% de su capacidad.
Desde el pasado 20 de marzo, negocios de venta de bebidas alcohólicas cerraron por la pandemia, según la Red de Bares y Cantinas en Guanajuato, 300 bares y cantinas ya no podrán abrir de nuevo al público y lo atribuyen a la mala economía que la pandemia dejó, se estima que el cierre de estos negocios implica la pérdida de más de 2 mil empleos directos.