Conozca la historia de Carlos Mendoza, apasionado de la música y la vida.
Con una guitarra a recorrido medio país, tocando para personas desconocidas a mitad de un foro, a mitad de una cena familiar e inclusive a mitad de un jardín como el de Salamanca.
Con un gusto por la música de hace nueve años, a Carlos, le gusta plantar el sentimiento y la alegría que la música deja. Los acordes que cobijan la tristeza y serenidad.