Ante la contingencia sanitaria, la instrucción de las autoridades fue el uso obligatorio de cubrebocas en áreas públicas, sin embargo, algunos salmantinos desechan las mascarillas en las calles de la ciudad sin ninguna medida de seguridad.
Según información de la Jefatura de Salud Municipal, para inhibir riesgos de propagación del COVID-19, los cubrebocas deben desecharse adecuadamente; de manera previa a retirarlo se recomienda lavarse o desinfectarse las manos, retirar sin tocar la parte de nariz o boca, colocarlo en una bolsa o envolverlo en un pedazo de papel y tirarlo a la basura. Otra recomendación es no tirarlos en la vía pública y romperlos para evitar que sean reutilizados.
Cabe mencionar que un cubrebocas desechable tarda hasta 450 años en descomponerse; pese a que cientos de tapabocas son desechados a diario en el relleno sanitario, no hay una separación especial de las mascarillas usadas, por ello se recomienda usar lavables.