Comerciantes establecidos en el corazón del Centro Histórico han denunciado que la Dirección de Ordenamiento Territorial y Urbano ha enviado notificaciones que les exigen modificar extensamente las fachadas de sus negocios. Este requisito incluye la obligación de pintar sus establecimientos con colores específicos, lo que ha generado un malestar generalizado entre los comerciantes.
Quienes han preferido mantener el anonimato, alegan que la situación se agrava aún más debido a que estas modificaciones son costosas y que no se les está proporcionando ningún apoyo financiero, como se hacía en el pasado.
En medio de un contexto económico ya complicado, los comerciantes aseguran que las altas rentas que deben pagar por ubicarse en el Centro Histórico ya representan una carga financiera significativa, argumentan no estar en contra de mejorar el aspecto de los negocios, pero esas demandas son simplemente insostenibles para ellos.