Algunos comerciantes salmantinos se dicen vulnerables, pues actualmente ante la ola de inseguridad son blanco de los delincuentes y de las extorsiones.
Ante la pandemia, las ganancias disminuyeron para los negocios de diferentes giros; el dueño de un comercio establecido en Salamanca, mencionó que a veces no completan ni para pagar la renta, por lo que temen que algún día, los delincuentes les exijan un cobro de piso y sus vidas se pongan en peligro.
Otro comerciante señaló que a diario sale de casa a ganarse de manera honrada su dinero, con el que paga las escuelas de sus hijos y su familia sale adelante. Al percatarse del cierre de negocios masivo en la ciudad, los comerciantes dicen que se encomiendan a Dios y piden salvarse de la delincuencia, además de que están resignados a que en cualquier momento pueden sumarse a la lista de negocios cerrados por la inseguridad.