El comercio informal en las periferias del mercado Tomasa Esteves es un problema que afecta a locatarios. Sus ventas han ido a la baja pues desde el 2020 con la pandemia, la inseguridad y el comercio informal sus ventas han reducido hasta en un 50%. José Abel vende frutas y verduras, en los últimos años ha notado que las ganancias son cada vez menores y aunque ha considerado la idea de abandonar la venta al interior del mercado, prefiere mantenerse con la esperanza de que algún día la autoridad ponga orden en el centro de abasto popular más importante de la ciudad.
También destacó que los marchantes se arriesgan al comprar en las periferias pues la calidad de los productos podría ser menor además que las básculas no pasan ningún control con la profeco. El comerciante pidió que la autoridad municipal ponga orden pues todos merecen trabajar aunque en las mismas condiciones de competencia.