¿Cómo tener una buena digestión?

Los problemas derivados de una mala digestión pueden variar desde molestias leves hasta afecciones más serias. Algunos problemas comunes asociados con una mala digestión incluyen la acidez estomacal, indigestión, estreñimiento o diarrea, síndrome del intestino irritable, intolerancias alimentarias, reflujo gastroesofágico, deficiencias nutricionales y malestar general, ya que la incomodidad digestiva constante puede llevar a la fatiga, irritabilidad y afectar la calidad de vida en general.

Por esto es importante tener buenos hábitos que ayuden a tener una buena digestión, así como llevar una dieta saludable y rica en fibra, el cual es el primer punto para una salud digestiva, pues consumir alimentos de este tipo ayuda a ir más al baño, reduce el riesgo de desarrollar enfermedad diverticular, enfermedades cardíacas y cáncer colorrectal; asimismo, la cantidad de comida que consumimos es de vital importancia para cuidar este aspecto, por lo que que hay que ser moderados en cuánto comemos para evitar la indigestión de calorías excesivas y el estrés en el sistema digestivo, además de comer despacio.

Una mala hidratación puede retrasar la digestión y aumentar el riesgo de estreñimiento, por esta razón, es importante ingerir los líquidos necesarios, pues la fibra los necesita para hincharse y proporcionar volumen, de preferencia de 2 a 2.5 litros al día. Hacer ejercicio moderado 30 minutos al día para mantenerse activo también es de gran ayuda para la este proceso. De igual manera, el estrés afecta los nervios del sistema digestivo y puede alterar su equilibrio, por lo que hay que reducir y controlar sus niveles, y así evitar el dolor y estreñimiento.

Es importante identificar y abordar las causas de la mala digestión para prevenir problemas a largo plazo, ya que cada persona puede experimentar síntomas diferentes, por lo que si son más graves es recomendable acudir con un experto en salud.