Con la imposición de la ceniza inicia la Cuaresma, tiempo litúrgico de conversión, reflexión, arrepentirse de los pecados, tiempo de cambios y de purificar el corazón como preparación para vivir el Misterio Pascual y la Semana Santa, para vivir más cerca de Cristo.
Las cenizas, que en forma de cruz se colocan en la frente de los cristianos, se obtienen al quemar las palmas usadas el Domingo de Ramos; "Polvo eres y en polvo te convertirás" son las palabras que acompañan a la unción de la ceniza, quien las recibe debe estar dispuesto a realizar un cambio espiritual para el bienestar de sus semejantes.
El miércoles de ceniza es una tradición con origen en la tradición judía, pues los judíos se cubrían de ceniza al realizar sacrificios, hecho que se tomó como símbolo de conversión al cristianismo y que se adquirió en sentido penitencial.
La duración de la cuaresma está basada en el símbolo del número 40 de la biblia, en esta se habla de los 40 días del diluvio, de los 40 días que paso Jesús en el desierto, de los 400 años que duro la estancia de los judíos en Egipto, en la biblia el numero 4 simboliza el universo material, seguido de los ceros significa el tiempo de la vida en la tierra, lo que simboliza las pruebas y dificultades.