Con la llegada del frío también llegan algunas enfermedades, las cuales son causadas por lo cambios bruscos de clima, sobre todo las respiratorias, las cuales son más frecuentes en invierno a causa del descenso de temperaturas, al afectar el sistema de humidificación y calentamiento del aire que entra al respirar.
Es importante cuidarnos de no pasar de un ambiente frío a uno cálido o viceversa de manera brusca, ya que estos cambios térmicos afectan nuestra salud, provocando resfriados estacionales, malestar general, alergias entre otras afectaciones. Cabe señalar que los problemas derivados del frío no se reflejan inmediatamente en el organismo, sino que pueden aparecer días después de la exposición al frío, como congestión nasal, molestia por la luz, irritabilidad o dolor muscular.
Por esta razón, es necesario aplicar ciertas medidas para prevenir enfermarnos nosotros mismos o por un contagio, como proteger la vía aérea, lavarse las manos con jabón frecuentemente, estornudar en el codo, usar cubrebocas, tener una buena alimentación evitar exponerse mucho tiempo a ambientes muy calientes o muy fríos, usar varias capas de ropa, y tener un buen ciclo de sueño.