Los alimentos antiinflamatorios son aquellos que contienen compuestos que ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo y pueden mejorar la salud de aquellos que los introducen en su dieta; pues la inflamación crónica puede estar relacionada con diversas condiciones de salud, como enfermedades cardíacas, diabetes, artritis y trastornos autoinmunes. Cabe mencionar que estos aunque podrían no curar enfermedades inflamatorias preexistentes, sí pueden reducir la inflamación, síntomas y riesgos de agravar la enfermedad.
Entre los más destacados se encuentran las frutas y verduras, ricas en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios; las frutas ricas en vitamina C, el cual es un antioxidante que ayuda a reducirla, como las naranjas, fresas, piñas, kiwis y mangos; el pescado graso, gracias a los ácidos grasos omega-3 presentes en el salmón, el atún, las sardinas y el arenque; el aceite de oliva extra virgen, por su contenido de oleocantal, que puede tener efectos similares a los medicamentos antiinflamatorios no esteroides; los frutos secos, como almendras, nueces y semillas de chía que son ricas en ácidos grasos omega-3 y antioxidantes; la cúrcuma, que contiene curcumina, un potente compuesto antiinflamatorio; el jengibre; el ajo, por la alicina; y el té verde.