Los corridos, especialmente en sus variantes más recientes como los "corridos tumbados", han ganado una notable popularidad entre la juventud mexicana. Este fenómeno ha suscitado debates sobre su influencia en niños y adolescentes.
La académica Sandra Oceja Limón, del Centro de Estudios Sociológicos de la UNAM, plantea que los narcocorridos y corridos tumbados podrían llevar a las nuevas generaciones a normalizar la violencia y la delincuencia organizada, afectando la construcción de identidad de los jóvenes. La popularidad de los corridos tumbados entre la juventud plantea desafíos que requieren la atención de familias, educadores y autoridades. Es esencial promover espacios de diálogo que permitan a los jóvenes desarrollar un pensamiento sobre los contenidos que consumen, fomentando valores que contribuyan a una sociedad más segura.
Es responsabilidad compartida de padres, educadores y sociedad en general fomentar ambientes que promuevan valores positivos y ofrezcan alternativas culturales para las nuevas generaciones.