La alcaldesa electa, Beatriz Hernández Cruz, considera que el Plan Salamanca representa una gran oportunidad para trabajar conjuntamente con el gobierno federal y atender el problema de contaminación que atañe a Salamanca, sin embargo, reconoció que se debe hacer un corte de caja para determinar los avances alcanzados y la inversión de recursos.
Cabe recordar que el Plan
Salamanca inició en febrero del 2016 para conjugar compromiso y esfuerzo por
parte de instancias como la PROFEPA, la
SEMARNAT, la CONAGUA y el Instituto Nacional de Cambio Climático, la finalidad
era hacer cumplir la normatividad establecida a las empresas que contaminan y
con ello disminuir la presencia en la atmósfera de PM10 y Bióxido de Azufre.
Otros objetivos eran la remediación del tiradero tóxico en el Cerro de la Cruz, la zona Tekchem y las descargas contaminantes al río Lerma y al Temascatío.
En la proyección del 2016 al 2018 lo más destacado del Plan Salamanca fue el retiro de pasivos ambientales de la zona Tekchem, pero en términos generales no se cumplió con las expectativas, los integrantes dejaron de sesionar por más de medio año y el proyecto de trabajo prácticamente se vio frenado.