En los últimos meses, el comercio informal ha crecido de manera alarmante en la periferia del mercado "Tomasa Esteves". Las banquetas, que anteriormente servían como espacios de tránsito peatonal, ahora están ocupadas por una variedad de comercios, incluyendo puestos de tacos, frutas, legumbres, indumentaria de cocina y ropa. Además, camionetas que ofrecen mercancía de temporada se han instalado en la zona, ocupando incluso parte del arroyo vehicular.
Este auge del ambulantaje ha ocurrido en medio de la indiferencia de las autoridades, quienes no han tomado medidas efectivas para regular la situación. Como resultado, los comerciantes informales continúan expandiéndose de manera indiscriminada, generando un caos que ha llevado a muchos usuarios a optar por realizar sus compras en supermercados cercanos para evitar el desorden.
Los clientes de mayor edad, que por tradición siguen acudiendo al mercado, enfrentan un riesgo considerable. Debido a la falta de espacio para transitar, se ven obligados a caminar a pocos metros de los vehículos, exponiéndose a ser embestidos por el transporte público y otros automóviles. La preocupación por el aumento del comercio informal se intensifica con la proximidad de la temporada decembrina, cuando se espera que el número de vendedores crezca aún más, lo que podría complicar aún más la situación en esta zona.