Según datos recopilados por el INEGI, durante la última década (2010-2020), la ciudad de Salamanca ha experimentado un notable crecimiento poblacional y urbano, generando preocupaciones sobre la planificación y el desarrollo sostenible de la región.
El director del IMPLAN en Salamanca ha destacado que la población en la cabecera municipal ha aumentado en un 26%, mientras que la expansión de la mancha urbana ha sido aún más impresionante, con un crecimiento del 76%. Estas cifras revelan un crecimiento acelerado y descontrolado que ha puesto de manifiesto la falta de regulación en el desarrollo urbano de la ciudad.El director del IMPLAN enfatizó que este crecimiento desmesurado ha sido impulsado por la ausencia de políticas efectivas de ordenamiento territorial y regulación urbanística. La falta de planificación adecuada ha generado problemas de congestión vial, deficiencias en los servicios públicos y una presión significativa sobre los recursos naturales y el medio ambiente.
Ante esta situación, se ha hecho un llamado urgente a redensificar la ciudad y a implementar medidas efectivas para controlar el crecimiento urbano. Se requiere una planificación estratégica que promueva un desarrollo equilibrado, garantizando la calidad de vida de los habitantes y la sustentabilidad a largo plazo.