Los propietarios de bares y cantinas de Salamanca llevan casi un año sin trabajar y enfrentan una severa crisis económica, pese a ello, en este municipio no se ha registrado operatividad clandestina en los establecimientos de este giro, lo que actualmente se pretende manejar es la venta de alimentos o botana, pero a puerta cerrada y contando con anuencia de las autoridades.
El presidente de los Comerciantes de Vinos y Licores de Salamanca, José Jorge Jiménez Gómez, dijo que se ha entablado dialogo con la dirección de Fiscalización y Control para que se permita la venta de alimentos, misma modalidad que se adoptó cuando anteriormente y también a consecuencia de la contingencia sanitaria se cerraron los bares y las cantinas.
Recordó que el padrón de este sector se ha visto disminuido porque la inseguridad y las afectaciones económicas ocasionadas por la pandemia provocaron que algunos propietarios de los permisos más antiguos de Salamanca se fueran de la ciudad, los vendieran, otros más fallecieron y los negocios cerraron sus puertas, actualmente hay alrededor de 37 bares y cantinas en la localidad.