Los agricultores que lograron llevar a cabo sus siembras mediante riego se encuentran ahora enfrentando una crisis económica inminente. A pesar de haber cosechado, se ven obligados a vender su producción a un precio de 4,400 pesos la tonelada, una tarifa que apenas cubre los costos de producción y les imposibilita financiar futuras siembras. Samuel Balderas, secretario general de la CNC, expresó su preocupación por esta situación, afirmando que muchos agricultores se verán forzados a solicitar préstamos, lo que los dejará endeudados a largo plazo. Además, mencionó que algunos se verán obligados a vender sus tierras, recurriendo a medidas extremas para sobrevivir en medio de esta crisis. En un año marcado por la devastación provocada por la sequía, más de 600 mil hectáreas en el estado se han dejado de sembrar debido a la alarmante escasez de agua. Esta situación afecta directamente a al menos 400 mil familias que dependen de la siembra de temporal para su sustento.