Enfrentar la pérdida de un ser querido es un momento difícil y, además del dolor emocional, se deben considerar los costos asociados a los servicios funerarios y los trámites gubernamentales.
Cada año el valor de los servicios funerarios aumenta por lo menos un 5% en relación directa a los ajustes inflacionarios, aunado a que la totalidad de lo contratado es deducible de impuestos.
Es importante tener una cultura de previsión funeraria para evitar riesgos al patrimonio personal o familiar cuando se enfrentan de manera inesperada, dado que los gastos funerarios pueden llegar hasta los 40 mil pesos. Un plan funerario contiene:
Embalsamiento: Este servicio puede costar entre $3,000 y $10,000.
Traslado del cuerpo: Dentro de la misma ciudad puede costar $1,000 a $5,000
Servicios de velatorio: entre $5,000 y $20,000 dependiendo la duración y el lugar.
Ataúd: Va desde $5,000 a más de $100,000, dependiendo del material y la calidad.
Toma en cuenta que, si eres derechohabiente del IMSS o ISSSTE puedes adquirir los servicios de ambas instituciones publicas que pueden llegar hasta los $10,400.
Sin embargo, ni en la muerte nos salvamos de pagar impuestos... Los precios de los tramites gubernamentales pueden variar: el certificado de defunción cuesta entre $50 y $100, mientras la licencia de cremación tiene un costo aproximado de $200.
Sabemos que la muerte es un tema que nadie quiere tocar, sin embargo, si tienes una previsión funeraria, le puedes ahorrar muchos pesos a tus seres queridos.