En promedio, seis de cada 10 mexicanos (61.4 por ciento) solicitan prestamos a lo largo del año, siendo más los hombres (41%) los que toman prestamos para pagar deudas pendientes, la situación aumenta en la cuesta de enero, el cual es un fenómeno económico que afecta a un gran número de personas debido a un mal manejo de las finanzas, gastos de fin de año o por el incremento de los precios en bienes y servicios causados por la inflación.
El arranque de año, es temporada de gran actividad para las casas de empeño, la Asociación Nacional de Casas de Empeño indica que en el país un alto porcentaje de la población económicamente activa no tiene acceso a créditos bancarios, de ahí que los prestamos prendarios se conviertan en una opción más en el mercado financiero. Los motivos para recurrir al empeño son fáciles: los bancos no son una opción accesible. Llevar un aparato a una casa de empeño es práctico para alguien que quiere y necesita dinero de manera inmediata.
En México, de acuerdo a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), junto con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 97% de la población adulta (77.6 millones de personas) tiene posibilidad de acceder al sistema financiero, no obstante, son 39.4 millones (el 56%), los que usan algún tipo de producto financiero. A nivel nacional, prácticamente 25 millones de personas (35.5% de los adultos) ahorran a través de una institución financiera. Los dos productos más importantes para hacerlo son la cuenta de nómina y la cuenta de ahorro, con el 60.5% y el 46.6% respectivamente. El 43.7% de la población adulta (30.7 millones de personas) si bien ahorra, lo hace sin recurrir a una institución financiera, es decir, prefiere guardar el dinero en su casa (64.8%), meterlo en una tanda (31.7%), prestarlo a la familia, entre otros.