Incinerar y depositar urnas con las cenizas de los difuntos en criptas de templos y parroquías ha ganado adeptos en la sociedad actual, sin embargo, todavía hay mucha gente que no acepta la idea de que su ser querido sea cremado y sigue imperando la costumbre de que los restos mortales sean llevados a un cementerio.
Descansar en la cripta del Templo de San Agustín cuesta entre 20 y 25 mil pesos, en este emblemático recinto religioso de Salamanca existe un área con 320 nichos, de los cuales únicamente se encuentran disponibles alrededor de 40.
Desde 1963, la Iglesia Católica aceptó la creamción, un procedimiento que a decir d elos expertos es más rápido y más barato para despedir a los difuntos, sin embargo, por regla general, las cenizas deben depositarse en un cementerio o en una iglesia, el Vaticano concede que las cenizas puedan ser conservadas en casa unicamente en casos de graves y excepcionales circunstancias.