Todos los años el 6 de enero, millones de niños en todo el mundo esperan con ansia el Día de Reyes, porque este día es sinónimo de regalos para todos los chiquitines de la casa.
De acuerdo a la religión católica este día coincide con el día de la Epifanía. Es una de las celebraciones litúrgicas más antiguas que significa revelación o aparición, en referencia a que el niño Jesús se muestra al mundo.
Melchor, Gaspar y Baltasar fueron los tres reyes Magos que vinieron de tierras lejanas a entregar ricos presentes como oro, incienso y mirra, para homenajear al rey de reyes: Jesús de Nazaret.
Se estimaba que eran monarcas provenientes de naciones del Oriente al Mediterráneo, siendo hombres poderosos, sabios y nobles, ya que en los evangelios de la Biblia no se indican detalles sobre estos Magos que vinieron a adorar a Jesús.
De acuerdo a antiguas representaciones físicas de los magos los mostraban en trajes persas, sosteniendo las ofrendas con las manos cubiertas por sus mantos.
La celebración del 6 de enero se remonta a los primeros años de la evangelización en el Nuevo Mundo y sigue vigente hasta nuestros días. Según la tradición mexicana, son ellos quienes traen regalos a los niños.
La costumbre consiste en que los pequeños previamente escriben laboriosamente una carta para pedir a Melchor, Gaspar y Baltasar los juguetes que quisieran recibir. La víspera de la fiesta (6 de enero) dejan junto a la ventana sus zapatos con un poquito de paja para dar de comer a los animales que traerían a los Santos Reyes
De acuerdo a antiguas representaciones físicas de los magos los mostraban en trajes persas, sosteniendo las ofrendas con las manos cubiertas por sus mantos.
La celebración del 6 de enero se remonta a los primeros años de la evangelización en el Nuevo Mundo y sigue vigente hasta nuestros días. Según la tradición mexicana, son ellos quienes traen regalos a los niños.
La costumbre consiste en que los pequeños previamente escriben laboriosamente una carta para pedir a Melchor, Gaspar y Baltazar los juguetes que quisieran recibir. La víspera de la fiesta (6 de enero) dejan junto a la ventana sus zapatos con un poquito de paja para dar de comer a los animales que traerían a los Santos Reyes