Durante la temporada de lluvias disminuye el trabajo para los aseadores de calzado; don Ignacio Zúñiga, ha desempeñado esta labor durante más de 35 años, le ha tocado vivir de todo, tiempos de "bonanza" y tiempos de "vacas flacas", lo que nunca ha cambiado es la dedicación y el gusto con que hace su trabajo.
Lustrar calzado o como algunos dicen: "dar bola", es una actividad que Ignacio Zúñiga aprendió de su padre, desde hace más de 3 décadas el Jardín Principal ha sido su área de trabajo, en su silla de bolero espera con paciencia a que llegue el cliente, la boleada de zapatos, siempre está acompañada de una amena plática y una que otra broma.
Con sus altas y sus bajas, asear calzado es un oficio que se mantiene vigente, hoy en día hay menos clientela, pero todavía prevalece la costumbre de acudir al Jardín Principal para darse una boleada.