Para quienes han tenido la oportunidad de visitar un bosque seguramente han tenido una sensación diferente a la vida urbana, no sólo en lo obvio, sino también en la manera en cómo nos sentimos, tanto física como mentalmente, ya que este es un entorno que ofrece distintos beneficiosos a la salud. Al ser un lugar lleno de árboles, el ambiente está ofrece de aire limpio, ya que estos absorben dióxido de carbono y emiten oxígeno, ayudando a purificarlo y a eliminar el material particulado, un tipo de contaminante atmosférico producido por la combustión de carburantes fósiles que puede alcanzar concentraciones peligrosas en las ciudades. Asimismo, se ha demostrado que pasar tiempo en entornos boscosos puede fortalecer el sistema inmunológico, posiblemente debido a la exposición a una mayor diversidad de microorganismos y compuestos producidos por las plantas. La actividad física es un elemento muy presente al estar en el bosque, ya que estos brindan espacios ideales para caminatas, senderismo o simplemente pasear, lo que promueve un estilo de vida activo y saludable. De igual modo, estudios sugieren que la exposición a áreas verdes como los bosques puede estar relacionada con una reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y una mejor salud del corazón. Incluso, en lugares con una alta exposición a zonas verdes se ha mostrado tener efectos beneficiosos relacionados con la salud en general, la obesidad, el peso al nacer, el desarrollo del comportamiento en la infancia y la mortalidad. Los bosques también juegan un papel crucial en la conservación y filtración del agua, contribuyendo a la calidad del suministro de agua potable. Además, estos espacios ayudan a reducir el estrés, la ansiedad y mejorar el bienestar mental, ya que el contacto con la naturaleza se asocia con una mejor salud mental y emocional; incluso se ha observado que la degradación de los bosques y la deforestación tienen efectos negativos en la salud mental en culturas establecidas en lugares boscosos. Estos lugares no sólo aportan salud al estar directamente en esos lugares, sino también proveen alimentos y ayudan a producir medicinas. Por esta razón, pasar tiempo en la naturaleza podría ser una estrategia efectiva para mejorar el bienestar general y promover un estilo de vida más saludable.