Las redes sociales se volvieron una moda de gran presencia en la vida de las personas, sobre todo en los jóvenes, y aunque puede tener partes positivas como la expresión y el acceso sencillo a la información, su uso excesivo trae consecuencias importantes a la salud, afectando en gran manera nuestro cerebro.
Un estudio de la Universidad de Carolina del Norte sobre el desarrollo neuronal de los adolescentes y el uso de la tecnología, informó que el constante uso de las redes podría relacionarse a cambios en el cerebro de los jóvenes y en su forma de responder al mundo que los rodea. Se alude que los niños y adolescentes que crecen consultando las redes sociales a todas horas están adquiriendo cerebros hipersensibles a las respuestas sociales.
El flujo impredecible y constante que proporcionan las redes de retroalimentación social como los likes, comentarios, notificaciones y mensajes, influyen en la forma en que reaccionan a las situaciones sociales de la vida real. El estudio indicó que los cerebros de los adolescentes que consultaban sus redes frecuentemente (más de 15 veces al día), se volvían neurológicamente más sensibles a las recompensas y castigos sociales.
La Universidad del Sur de California en otro estudio, también identificó cambios en la anatomía del cerebro, los cuales estaban relacionados con la adicción a las redes sociales, identificando cambios en los volúmenes de materia gris de los voluntarios examinados, en la morfología cerebral, de regiones cerebrales específicas que están asociadas a la adicción, similares a lo que se ve en otras adicciones como a las sustancias nocivas y el juego.
Usar las redes sociales de manera responsable puede significar una enorme lista de ventajas, sin embargo, hay que ser conciente de qué manera y de cuánto tiempo pasamos en ellas, ya que el uso desmedido podría generar consecuencias en nuestro desarrollo neuronal y conductual a largo plazo.