La despedida al mes de octubre y la bienvenida al de noviembre, se las da el fiambre, ese platillo exquisito con mezcla de carnes, embutidos, quesos y verduras, una comida que se proporcionaba en tiempos de difuntos y que tiene mucha significado en todas las culturas, porque simbolizan la convivencia entre los seres vivientes y los seres del mas allá, en esas fechas se preparaban comidas especiales, sobre todo frías, por ello se creó un plato frío especial, para ser ingerido durante las celebraciones mortuorias.
El fiambre, según relata el cronista de la ciudad, fue un platillo tradicional en Salamanca que se ofrecía durante el velorio de un difunto, un platillo que únicamente se degustaba entre las clase social media y alta; era presentado frío en alusión al cuerpo del difunto cuando llevaba horas de fallecido, servido en un plato de porcelana con una base de lechuga y encima enchiladas rojas, zanahoria cocida, queso, papas, cecina, pollo frito, encurtido, y otros ingredientes.
El fiambre un platillo producto de una mezcla cultural y que dio como resultado esta comida regional, pero sobre todo era un verdadero rito, ya que no sólo se centraba en cenar el platillo, sino también se convertía en un momento de recordar, orar y meditar sobre la muerte de los seres queridos; al día siguiente acudir a misa a las 5 de la mañana, visitar para arreglar y decorar las tumbas en los panteones.
Finalmente, se expuso que en Salamanca existe un único lugar en donde se sigue preparando este platillo el día primero de noviembre, conocida universidad ubicada en el portal "José Rojas Garcidueñas".