En la actualidad, es cada vez más común ver a niños pequeños usando teléfonos inteligentes y videojuegos desde una edad muy temprana. Para muchos padres, estos dispositivos se han convertido en una herramienta para entretener o calmar a sus hijos, sin embargo, estas acciones plantean una serie de preocupaciones sobre el efecto que estos dispositivos puedan tener en el desarrollo infantil.
Por un lado, esta el riesgo de afectar negativamente el desarrollo cognitivo y emocional del niño. Según varios estudios, el tiempo prolongado frente a las pantallas puede inferir con el desarrollo de habilidades sociales o lingüísticas.
Es fundamental que los padres de familia sean más consientes de estos riesgos. En lugar de permitir el uso sin supervisión de dispositivos electrónicos, es primordial establecer límites de tiempo y asegurar que los contenidos que observen sean aptos para su edad. Al igual, promover actividades al aire libre, la lectura y los juegos tradicionales pueden ayudar a fomentar un desarrollo más sano y equilibrado.