Con la llegada del 16 de diciembre, comienza una de las tradiciones más entrañables y esperadas de México: las posadas. Estas celebraciones, llenas de espiritualidad, alegría y convivencia, marcan el inicio del periodo navideño y son una muestra del profundo arraigo cultural y religioso que caracteriza al país.
Las posadas rememoran el peregrinaje de José y María en su búsqueda de un lugar donde pudiera nacer el niño Jesús. La historia de la posada se remonta a la época colonial, cuando misioneros españoles introdujeron esta tradición como parte de evangelización en el nuevo mundo. Fue en 1587 cuando Fray Diego de Soria obtuvo permiso del Papa Sixto V para realizar lo que llamó "misas de aguinaldo" en el atrio de las iglesias durante los nueve días previos a la Navidad. Estas misas incluían cantos y representaciones que poco a poco evolucionaron en las coloridas posadas que conocemos hoy.