Una de las tradiciones más populares en Navidad es poner y decorar un árbol navideño en nuestros hogares, el cual transforma el ambiente con luz y color, pero, ¿de dónde viene esta tradición? Esta costumbre tiene sus raíces en diferentes culturas y rituales antiguos que celebraban la vida y la luz en tiempos de oscuridad invernal y existen diferentes historias al respecto.
los orígenes del árbol navideño moderno se remontan a regiones con abundantes bosques, especialmente en el norte de Europa, y han sido una decoración estacional esencial desde la antigüedad como parte de las celebraciones paganas del solsticio de invierno, estas plantas decoradas significaban la victoria de la vida y la luz sobre la muerte y la oscuridad; y Letonia y Estonia afirman haber sido la cuna del primer árbol de Navidad.
Dentro de la celebración cristiana, se cree que Martín Lutero durante el siglo XVI en Alemania, fue inspirado por las estrellas brillantes a través de los árboles durante una caminata invernal, colocando velas en un árbol para recrear la belleza, considerándose como uno de los primeros árboles de navideños. Más tarde, en el siglo XIX, la costumbre se popularizó gracias a la realeza británica, particularmente después de que la Reina Victoria y su esposo, el Príncipe Alberto, fueran representados con un árbol en el Castillo de Windsor, extendiendo la costumbre rápidamente por Europa y América del Norte.
A lo largo de los años, el árbol de Navidad ha evolucionado, adoptando diferentes estilos de decoración, desde ornamentos hechos a mano hasta luces eléctricas y una variedad de diseños temáticos, siendo hoy en día parte central de las celebraciones en todo el mundo, representando la vida, la esperanza y la renovación; y aunque sus orígenes tienen raíces en rituales paganos, la tradición del árbol de Navidad se ha entrelazado con la celebración cristiana y evolucionando a lo largo del tiempo.