La avenida Insurgentes, una de las calles principales del municipio, se ha mostrado en un notorio deterioro a lo largo de los años. A pesar de ser una vía crucial que conecta importantes zonas, la falta de mantenimiento es evidente para los conductores, ciclistas y cualquier persona que circule por ahí.
A lo largo de su extensión, se puede observar hierba alta la que invade la ciclovía, dando un aspecto descuidado, al igual en la barda que separa de las vías del tren. Este crecimiento descontrolado no solo afecta la estética del lugar, también puede llegar a representar un riesgo para la seguridad de las personas. En cuanto a la ciclovía, la cual comienza en el Blvd. Faja de Oro, cerca de la colonia Villarreal, y termina en la calle Tomasa Esteves, su estado luce preocupante, desde grietas, baches y falta de señalización, lo han convertido en un recorrido peligroso. Esta ciclovía fue pensada como una alternativa segura y ecológica para la movilidad, pero hoy se encuentra en el olvido.