En la capilla de la Ciudad de los Niños se ofició la misa de cuerpo presente del padre Pedro Gutiérrez Farías, entre llanto y muestras de agradecimiento, Salamanca despidió al sacerdote, al benefactor, al hombre que era originario de Michoacán, pero que germinó en tierra guanajuatense una obra de amor y de bondad que lo convirtió en un personaje histórico, en un salmantino distinguido que deja profunda huella y un gran legado.
Pedro Gutiérrez Farías, fundó la Ciudad de Los Niños el 19 de julio de 1978, a partir de esa fecha se dedicó a brindar apoyo y protección a niñas y niños que por diversas circunstancias estaban desamparados, la casa hogar inició atendiendo a 13 infantes, con el paso de los años la familia del Padre Pedro creció y durante 4 décadas fueron centenares de jóvenes y menores de edad que encontraron en este albergue la oportunidad de contar con una familia.
Pedro Gutiérrez Farías, fue un personaje admirado por mucha gente y también fue criticado por personas que intentaron denostar su labor, sin embargo, su apostolado y la misión que emprendió a favor de los niños desamparados dejan constancia de su amor por el prójimo, la obra del Padre Pedro elevó a Salamanca en la esfera nacional e internacional, es una historia como pocas en el mundo.
La Ciudad de los Niños recibió por última vez a su fundador, al benefactor que deja su esencia en cada espacio y en cada muro de la casa hogar, deja su esencia en cada niño al que brindó el cobijo paternal. Salamanca le dijo adiós a Pedro Gutiérrez Farías, un presbítero que en el plano terrenal acogió el sueño de Dios para ayudar al desamparado? Un sueño que no termina con su muerte? Un sueño que habrá de continuar...