Alejandro Díaz, un hombre actualmente de 30 años, revela su batalla de casi dos décadas contra la adicción al tabaco. Alejandro comenzó a fumar a la edad de doce años, influenciado por sus amistades y la necesidad de encajar en su círculo social. La historia de Alejandro es un ejemplo claro de cómo una mala elección en la adolescencia puede tener repercusiones a largo plazo. Al principio, el cigarrillo era solo una forma de experimentar y sentirse parte de algo, pero pronto se convirtió en un hábito difícil de romper.
En su adolescencia, Alejandro solía combinar el cigarrillo con el alcohol en fiestas y eventos sociales, lo que solo intensificaba su dependencia. Fumar se convirtió en una forma de aliviar el estrés y la ansiedad, y poco a poco se fue convirtiendo en una necesidad constante en su vida diaria.
A lo largo de los años, Alejandro ha intentado en numerosas ocasiones abandonar el hábito del tabaco, pero sin éxito, lamentablemente la adicción ha demostrado ser más fuerte de lo que él esperaba.
Alejandro es consciente de los peligros para su salud y la necesidad urgente de abandonar esta adicción. Pues ya ha experimentado los efectos negativos de la nicotina en su salud.
Alejandro, espera que su testimonio pueda inspirar a otros fumadores a tomar medidas para dejar el hábito y recuperar su salud y calidad de vida.