Los casos de secuestros virtuales, un delito que busca aprovecharse de las víctimas más vulnerables, como menores de edad y personas de edad avanzada, es una problemática que ha cobrado especial relevancia en algunas instituciones educativas donde la seguridad es escasa y el acceso al transporte público es limitado.
Estudiantes se han convertido en blancos fáciles para los delincuentes, especialmente aquellos que deben caminar largos trayectos para llegar a sus escuelas. Estos jóvenes, son objeto de asaltos constantes, lo que incrementa la preocupación entre padres y educadores.
Ante esta situación, las escuelas han decidido implementar medidas de seguridad adicionales para proteger a sus estudiantes. Como controles en la entrada y salida de los planteles, así como charlas informativas sobre cómo identificar y prevenir posibles situaciones de riesgo. La colaboración entre padres, alumnos y personal escolar es fundamental para garantizar un ambiente seguro.