Dormir es una de las necesidades más básicas de un ser humano, como la comida, ya que nuestro sistema requiere el sueño para mantener diversas funciones cerebrales como la comunicación entre células nerviosas y la eliminación de toxinas que se acumulan en el cuerpo mientras estamos despiertos. Por esto, la falta de sueño crónica puede tener consecuencias graves a largo plazo, y es esencial priorizar un buen descanso para mantener el bienestar físico y mental.
Entre las afecciones de no dormir bien están las dificultades cognitivas, ya que esto afecta la atención, la concentración, la toma de decisiones y la memoria, al no formar y mantener las vías en el cerebro que le permiten aprender y crear recuerdos nuevos. De igual modo, afecta el rendimiento cognitivo general, incluyendo habilidades como el procesamiento de información, la resolución de problemas, y el pensamiento creativo tiende a disminuir con la falta de sueño. Asimismo, no tener un buen ciclo de sueño podría afectar la actividad eléctrica del cerebro, alterando los patrones normales de ondas cerebrales y contribuyendo a la fatiga y la disminución del rendimiento en la mente.
Cabe mencionar que, además de las consecuencias producidas en el cerebro, también hay consecuencias físicas, como problemas de rendimiento motor, desregulación del sistema inmunológico, además de que está asociado con mayor riesgo de desarrollar problemas de salud a largo plazo; al igual que llevar a cambios en el estado de ánimo, aumentando la propensión a experimentar emociones negativas y disminuyendo la tolerancia al estrés, por lo que es fundamental reconocer la importancia del sueño para la salud y adoptar hábitos de sueño regulares y saludables.