El tomate es uno de los alimentos que más se destaca por los beneficios que aporta a la salud al ser rico en antioxidantes como el licopeno, que ayuda a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo y puede tener propiedades anticancerígenas, y ha sido señalado como uno de los cultivos hortícolas más importantes después de la papa por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), sobre todo el tomate crudo, el cual tiene un 95% de agua, 4% de carbohidratos y menos de un 1% de grasa y proteína comestible; estos, aportan un total de 18 kilocalorías, y son una fuente moderada de vitamina C.
Este fruto, además, apoya a la salud del corazón gracias a sus compuestos, que pueden tener propiedades antiinflamatorias que ayudan a combatir la inflamación en el cuerpo, que está relacionada con diversas enfermedades crónicas. Además, la vitamina C y otros de sus antioxidantes pueden contribuir a la salud de la piel, ayudando a protegerla contra el daño causado por los radicales libres y promoviendo la producción de colágeno; de igual modo, contiene nutrientes como la vitamina A, la vitamina C y la luteína, que son beneficiosos para la salud ocular y pueden ayudar a prevenir problemas como la degeneración macular.
Asimismo, los tomates son bajos en calorías y ricos en fibra, lo que puede ayudar a sentirse lleno y satisfecho, apoyando así los esfuerzos de control de peso; y algunos estudios sugieren que estas frutas pueden tener un papel en la regulación del azúcar en la sangre, lo que podría ser beneficioso para los diabéticos; y dado su alto contenido de agua, pueden contribuir a la hidratación del cuerpo.
Cabe señalar que los beneficios para la salud pueden variar según la forma en que se consuman los tomates, ya sea crudos, cocidos, en jugo, etc. y otros factores individuales de salud y estilo de vida; sin embargo, incorporar una variedad de alimentos saludables, incluyendo este fruto en una dieta equilibrada es una buena práctica para mantener una buena salud.