A pesar de estar en medio de una pandemia, Fabián Ramírez aún recorre los viejos pasillos del mercado Tomasa Esteves, buscando a su público para poder cantar; caminando junto a su acordeón y con una característica y peculiar forma de ser.
No le teme a la pandemia "ni a ese bicho que anda" dijo con sus palaras, guiado por su instinto sale a trabajar día con día para seguir ganando algo de dinero
Un tanto ensordecido por la edad y el paso del tiempo, sus 80 años no lo han detenido.
En su plática reveló que no siempre fue músico, de joven se dedicó a la venta de paletas después, le tomó afecto al acordeón el cual conserva desde entones.
Actualmente vive con su hijo y a pesar de que se le insiste en no salir a las calles, por pertenecer a uno de los grupos más vulnerables, él insiste en salir acompañado de su acordeón, un par de botas y su sombrero pero con el ánimo de siempre