María Soledad Rodríguez Tavares y Francisco García Durán, son dos personas enamoradas de la vida, sus destinos se unieron hace poco más de 20 años y durante el tiempo que han caminado juntos han escrito una singular historia, son apasionados de bailar danzón y han convertido en una tradición adornar su casa con motivos alusivos a las festividades que hay durante todo el año.
María Soledad y Francisco comparten su día a día y todo lo hacen juntos, con sus manos ayudaron a construir la casa que actualmente habitan, la casa que se ubica en el número 500 de la Avenida Cazadora, la casa que durante todo el año adornan para compartir con la gente su alegría por vivir.
Amor y Amistad, Conmemoraciones Patrias, Día de Muertos, Navidad y Año Nuevo, son fechas y festividades que María Soledad y Francisco viven de una manera muy especial.
La vida es corta y el oficio de vivir es complicado, pero para María Soledad y Francisco, cada amanecer, cada segundo, cada minuto, cada hora y cada día, son una bedición y un motivo para disfrutar la vida.