Con la incertidumbre de por medio, los gimnasios han continuado trabajando ante el miedo de un regreso a semáforo rojo, luego de que las autoridades en materia de salud han señalado que el retroceso es inevitable al igual que el cierre de estos establecimientos.
Jacqueline Maciel, encargada de un gimnasio, explicó que las autoridades han sido duras con ellos y han hecho que se cumplan las medidas sanitarias, una situación que no se alcanza a distinguir en bares, cantinas o lugares de comida; donde ha llegado a sobrepasar el cupo permitido.
De regresar a un semáforo rojo, sería una afectación severa, ya que con dificultades volvieron a abrir diversos negocios dedicados a la activación física, lugares donde se da empleo a tres y hasta 6 personas.