El incremento en los contagios de Covid-19 además de generar incertidumbre entre los propietarios de gimnasios, tambiuén ahuyenta a las personas que acuden a jerecitarse, a diferecia de años anteriores, en este mes de enero no incrementó la afluencia de gente que quiere iniciar el año bajando de peso y mejorando el aspécto físico.
Con el semáforo epidemiológico en color rojo, los gimnasios han tenido que reducir su capacidad de trabajo del 50 al 20%, situación que dificulta los costos de operación y en algunos casos genera la disminución de plazas laborales.
El temor de la gente a contagiarse con el virus SARS-CoV-2 se ha reflejado en una disminución considerable de personas que acuden a gimnasios, debido a ello, los prestadores de este servicio enfrentan un panorama muy complicado.