El plan Salamanca, que tenía el objetivo de mejorar las condiciones ambientales de Salamanca en beneficio de la población y en donde participaban los tres niveles de gobierno, cumplió un año de que terminó; los integrantes de un observatorio ciudadano señalaron que los principales responsables de que no se haya puesto en marcha nuevamente son las autoridades municipales, tanto las pasadas como la actual.
Los ambientalistas criticaron el gasto del gobierno municipal en la renta de una camioneta blindada para uso exclusivo de la presidenta municipal, al grado de señalar que con un porcentaje simbólico de ese recurso, las asociaciones ambientalistas en Salamanca podrían organizar acciones contundentes a favor del medio ambiente.