Las rampas obstruidas por postes de alumbrado público y teléfono, denotan que existe falta de respeto, mala planeación o desconocimiento de las condiciones adecuadas para que la infraestructura urbana permita la libre movilidad de personas que requieren de una silla de ruedas.
Este tipo de fallas en la infraestructura urbana se aprecian en la reciente obra de rehabilitación de la Avenida Comunicación Norte, aunque la realidad es que se replican en diversos puntos de la ciudad y representan obstáculos para las personas que aquejan algún tipo de discapacidad motriz.
Resulta incongruente que a nivel nacional Salamanca sea el único municipio que cuente con una entidad como el Instituto Salmantino para las Personas con Discapacidad (INSADIS) y que su infraestructura no atienda las necesidades de este sector de la población.
Calles, plazas, andadores y todo tipo de acceso a espacios públicos deben estar adecuados con rampas e incluir barandales y áreas con piso antideslizante para que pueda transitar gente con silla de ruedas o con andador, así como personas que aquejan visión o audición disminuidas.