El 2023 ha marcado un hito alarmante en la historia de la salud pública en México, con un brote sin precedentes de casos de dengue que han superado con creces las estadísticas de la última década. El país se encuentra entre los tres primeros a nivel mundial en casos sospechosos reportados, generando una urgente llamada de atención sobre la gestión de esta enfermedad transmitida por mosquitos. La Jurisdicción Sanitaria V informó un total de 34 casos confirmados. Salamanca lidera la lista con 30 casos, seguido por Jaral del Progreso con 2, Uriangato con 1 y Valle de Santiago con otro caso. El brote estatal tuvo su inicio en Acámbaro, extendiéndose luego a Celaya e Irapuato, y actualmente sigue activo en León.
El cambio climático ha sido señalado como un factor crucial en la resurgencia y aparición de enfermedades antes consideradas ausentes en ciertas zonas geográficas. Las condiciones climáticas propicias han brindado un entorno ideal para la proliferación del mosquito transmisor, desafiando las expectativas y llevando el dengue a áreas donde no se había visto anteriormente. Los síntomas característicos, son el dolor retroocular como eje central, se han manifestado con una intensidad considerable, afectando a los pacientes durante aproximadamente siete días. Aunque el tratamiento ordinario puede ser administrado en casa, se ha hecho hincapié en la importancia de no automedicarse. La hidratación y el reposo son pilares fundamentales para el manejo de la enfermedad, mientras se advierte a la población a estar alerta y buscar atención médica si experimentan síntomas relacionados. Las autoridades sanitarias han emitido recomendaciones claras a la población para controlar la propagación del dengue, haciendo un llamado a la prevención, la eliminación de criaderos de mosquitos y la colaboración de la comunidad en las medidas de control vectorial.