En medio de la difícil situación económica que atraviesa, Cristian López, originario del Estado de México, ha encontrado una peculiar manera de llevar sustento a su hogar: intercambiando o vendiendo árboles tipo bonsái en Salamanca a cambio de una despensa.
Ante la falta de empleo y la necesidad de proporcionar el sustento necesario a su familia, Cristian decidió colocar su carrito de bonsáis en la avenida Árbol Grande, muy temprano por la mañana. La historia de este hombre se vuelve más conmovedora al saber que su principal motivación es conseguir fondos para cubrir los costos de los estudios de sus hijas.
La situación económica actual ha puesto a Cristian en una posición complicada, ya que el dinero que obtiene de la venta de estos pequeños árboles no es suficiente para cubrir los gastos educativos de sus seres queridos.
Los precios de los bonsáis oscilan entre los 180 y los 300 pesos, dependiendo del tamaño y la complejidad del árbol. Cristian hace un llamado a la solidaridad de los habitantes de Salamanca, invitándolos a apoyar comprando uno de sus árboles y, al mismo tiempo, contribuyendo a aliviar la carga financiera que enfrenta su familia.
La iniciativa de este hombre refleja la creatividad y la determinación de quienes, en medio de la adversidad, buscan soluciones innovadoras para enfrentar los desafíos económicos.