Las recientes precipitaciones en Salamanca no solo han dejado a su paso calles llenas de baches, sino también severos encharcamientos que han afectado diversas áreas de la ciudad. Colonias y caminos en mal estado han sido especialmente vulnerables, complicando la movilidad de los salmantinos.
Los pasos a desnivel, como el de Zaragoza, Pasajero y Obregón Sur, han sido los más afectados, viéndose obligados a cerrarse debido a las inundaciones repentinas. Esta situación, que se repite anualmente, expone tanto deficiencias en la red de drenaje como problemas históricos de planeación urbana.
Uno de los mayores desafíos identificados es la falta de conciencia ciudadana, reflejada en la disposición irresponsable de basura en las calles. Este comportamiento contribuye significativamente a los taponamientos de los sistemas de drenaje, complicando los problemas de inundación durante la temporada de lluvias.
Recientemente, el CMAPAS realizó una operación de limpieza en el cárcamo de Arboledas Ciudad Bajío, donde se extrajeron 60 toneladas de basura y residuos sólidos. La incorrecta disposición de estos desechos, arrojados indiscriminadamente, representa un riesgo crítico para la operatividad de los cárcamos pluviales y sanitarios. Las obstrucciones y desbordamientos resultantes no solo afectan la calidad del agua, sino que también representan un peligro para la salud pública.
Ante esta situación, las autoridades hacen un llamado urgente a la conciencia cívica de los salmantinos, instándolos a evitar arrojar basura en las calles y a contribuir activamente en el mantenimiento de un entorno urbano limpio y funcional.