Con talento y motivación, jóvenes salmantinos realizan percusiones tahitianas, al aire libre sin prisas y sin temores. Mientras ellos disfrutan los sonidos son llevados por el viento.
En la actualidad, la apreciación del baile hawaiiano y el gusto por el mismo va más allá, ha cruzado barreras y ha roto estereotipos, hoy en día son más los hombres interesados en esta cultura y sus tradiciones.