Algunas personas han experimentado cambios en los patrones del sueño, es decir, que actualmente se estima que cada 4 personas sufre de algún tipo de trastorno en relación al insomnio, esto se relaciona con el cambio de rutina y el estrés, ansiedad o preocupación que genera el confinamiento, sin embargo, la falta de sueño es que ocasiona múltiples complicaciones en la salud.
Algunos de los efectos de no dormir bien se asocian directamente con el deterioro de las funciones cognitivas y psicomotoras como el razonamiento, la concentración, la memoria, el tiempo de reacción y la atención; disminuye la tolerancia a la glucosa y quienes se desvelan son más propensos a la diabetes; además la falta de sueño favorece la obesidad.
Algunas de las recomendaciones para tener horas de sueño de calidad son evitar el uso de dispositivos móviles antes de acostarse, no beber alcohol al menos cuatro horas antes de acostarse, hacer ejercicio diariamente a primera hora del día y evitar practicarlo en las últimas horas, tomar cafeína solo por la mañana y en cantidades moderadas, no intentar dormir si no se tiene sueño, procurar levantarse y acostarse a la misma hora y mantener la habitación sin ruidos y sin exceso de luz.