El sueño es un componente vital para mantener una buena salud física y mental. Sin embargo, en la actualidad, la calidad de sueño se ve afectada por diversos factores, desde el estrés hasta el uso excesivo de dispositivos electrónicos.
Dormir mal puede tener consecuencias graves para la salud. A corto plazo, puede afectar la concentración, el estado de animo y la capacidad de realizar tareas cotidianas.A largo plazo, la privación del sueño se ha asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad y trastornos mentales como la depresión y la ansiedad.La cantidad de sueño recomendada varia según la edad. Los adultos jóvenes y adultos mayores deben apuntar a dormir entre 7 y 9 horas por noche para mantener una buena salud física y mental, los adolescentes necesitan de 8 a 10 horas, mientras que los niños en edad escolar requieren de 9 a 11 horas. Los niños pequeños y los bebes necesitan generalmente de 10 a 14 horas de sueño.
Adoptar hábitos de sueño saludables, como establecer una rutina regular de horario de dormir y limitar el uso de aparatos electrónicos antes de acostarse, esto puede ayudar a mejorar la calidad de sueño.