La música produce alegría y felicidad, es un medicamento para el corazón, reduce la ansiedad y el estrés; en tiempos de coronavirus y violencia, ante el incremento de casos de depresión, ansiedad y tristeza, nos encontramos músicos callejeros que ponen su granito de arena y su música lista para aliviar el alma.
Carlos al igual que miles de músicos se ha visto afectado por la pandemia, pese a ello no pierde la esperanza de que pronto terminará la contingencia sanitaria.
Además de la preocupación sanitaria y de seguridad, también le preocupa que el oficio de marimbero y la marimba se ha ido perdiendo con el paso de los años.
Carlos tiene más de 50 años como músico y su instrumento favorito es la marimba, ha grabado dos discos, es originario de Chiapas, vive en Celaya y viene a trabajar a Salamanca, se coloca en alguna plaza o en cualquier esquina, ahí comienza a tocar sus melodías y la magia inicia...